En noviembre de 2024, la producción de aceite de oliva alcanzó las 255.742 toneladas, elevando la producción acumulada a 292.019 toneladas. Según ASAJA, las disponibilidades de aceite comienzan a ser suficientes, aunque se espera una corrección en los aforos en los próximos meses para obtener datos más exactos. Las existencias finales de campaña se sitúan en 321.147 toneladas, distribuidas principalmente entre envasadoras, almazaras y el Patrimonio Comunal Olivarero.
UPA Andalucía destaca que en noviembre se vendieron 95.000 toneladas de aceite de oliva, lo que refleja una fidelización de los consumidores. Sin embargo, la organización critica la tendencia actual del mercado, calificándola como «suicida» debido a la venta rápida de aceite a precios muy bajos, incluso por debajo de los costes de producción. Esta práctica, según UPA, está siendo promovida por las cooperativas, lo que genera una situación insostenible para el sector.
El stock actual de aceite de oliva es un 15% menor que en noviembre de 2023, con 321.147 toneladas frente a las 378.900 toneladas del año pasado. A pesar de esta reducción, la comercialización ha sido robusta, con 95.000 toneladas vendidas en noviembre. No obstante, UPA señala que esta comercialización no se está realizando con un valor adecuado, lo que perjudica al sector.
ASAJA considera que la reducción en las salidas de aceite es normal al inicio de la campaña y que se recuperará poco a poco. Por otro lado, UPA Andalucía critica duramente la estrategia de comercialización actual, instando a las cooperativas a defender un precio en origen razonable y a no culpar a factores externos por la situación del mercado.
Las existencias de aceite de oliva se distribuyen de la siguiente manera: 98.550 toneladas en envasadoras, 227.749 toneladas en almazaras y 847 toneladas en el Patrimonio Comunal Olivarero. UPA señala que las cooperativas y almazaras tienen 277.749 toneladas, mientras que los envasadores, operadores y refinerías manejan 92.550 toneladas.