Agentes de la Policía Nacional adscritos a los Grupos de Estupefacientes y Seguridad Ciudadana de la Comisaría de Linares han detenido a dos personas de 38 y 22 años de edad en sendos operativos antidrogas, como presuntos autores de un delito de tráfico de sustancias estupefacientes. Tanto los investigadores de estupefacientes como los agentes del Grupo Operativo de Respuesta (G.O.R), se habían coordinado y colaborado en el diseño de un plan específico contra el tráfico ilegal de estupefacientes. En uno de los registros practicados los agentes se encontraron con una plantación indoor de marihuana en las que las 327 plantas estaban perfectamente acondicionadas, detectando un enganche ilegal de fluido eléctrico. En este caso fue importantísima la colaboración e información aportada por técnicos de la compañía eléctrica. Los agentes también decomisaron un kilo de cogollos de marihuana preparados para su venta, una báscula de precisión, varias dosis de cocaína y 450 euros en billetes fraccionados.
Operación “Mula”
Este operativo se inició tras la localización de una vivienda donde, al parecer, los técnicos de la compañía de suministro eléctrico habían recibido numerosas incidencias de corte de fluido por un exceso de cargas de potencia, con el consiguiente riesgo de incendio que ello conlleva para el resto de los vecinos, todo ello tras la detección de un enganche ilegal que llevó a los investigadores hasta localizar el domicilio registrado. En dicho registro, los agentes localizaron una plantación indoor de marihuana con 327 plantas en avanzado estado de crecimiento debido a que, la mencionada plantación, estaba perfectamente acondicionada con los elementos propios de estas plantíos. Además de las plantas decomisaron un kilogramo de cogollos de marihuana.
El arrestado tenía oculta en el armario del dormitorio principal, una caja de almacenaje y en su interior un arma semiautomática con munición.
Operación “Estrella”
Días más tarde, en colaboración con el Grupo Operativo de Respuesta, se detectó a un joven que, presuntamente se dedicaba a suministrar cocaína utilizando los métodos conocidos como “Televenta” o “Telepollo”.
Supuestamente los compradores se ponían en contacto con el arrestado a través de llamadas telefónicas y mensajes en aplicaciones de mensajería directa desde donde realizaban los pedidos, utilizando para ello un leguaje propio como: “un cuarto, medio o entero”. Posteriormente el detenido realizaba las entregas a domicilio o en lugares previamente convenidos donde realizaba los pases muy rápidos y con absoluta normalidad. Para evitar ser detectado por la Policía, tanto en el trayecto de ida como en el punto de entrega, supuestamente llevaba ocultas las dosis ya preparadas en un habitáculo oculto en el interior de su vehículo donde los investigadores localizaron y decomisaron 11 envoltorios de cocaína, así como dinero fraccionado.
