La Prueba de Evaluación de Bachillerato para el Acceso a la Universidad (PEvAU) se realizará este año con medidas de seguridad y protección debido a la pandemia por el coronavirus y será obligatorio el uso de mascarillas higiénicas, además de celebrarse en espacios con aforo reducido con un límite máximo de un tercio de alumnos.
Estas pruebas, que se realizarán los días 7, 8 y 9 de julio, obligará a portar mascarillas a estudiantes, profesores, vigilantes de exámenes y personal de los centros, según el protocolo sanitario.
Las condiciones se han acordado siguiendo las recomendaciones de prevención higiénico-sanitarias planteadas por la Consejería de Salud, lo que exige este año del despliegue de un dispositivo excepcional de seguridad y protección que afectará a unos 53.000 estudiantes que se prevé realicen esta prueba en toda Andalucía.
El protocolo obliga a establecer el máximo de distanciamiento posible entre los estudiantes, aconsejándose dejar una fila intermedia vacía y situar los alumnos en forma de W respecto a la fila anterior y posterior ocupada. Además, plantea la posibilidad de que en cada jornada los alumnos ocupen la misma mesa y aula en los diferentes exámenes del día para evitar que sean utilizadas por otros estudiantes.
Durante las pruebas se desarrollará un plan reforzado de limpieza y desinfección específico, complementario al que existen en estos centros. Los espacios, mobiliario, instalaciones, equipos y útiles se someterán a una limpieza y desinfección antes del día de inicio de la evaluación, pero también en los descansos de cada examen se realizarán estas tareas en cada aula usada, en concreto en mesas y sillas y elementos susceptibles de un mayor contacto.
Entre tanta norma, tanta tensión y tanta calor, al menos los exámenes parece que serán más suaves. La Comisión Coordinadora Interuniversitaria de Andalucía, encargada de la organización de la selectividad, ha establecido un nuevo modelo de examen que constará de una única propuesta por asignatura, con un mayor número de preguntas para elegir. La decisión pretende garantizar la equidad para todo el alumnado.
En la práctica, en el examen de este curso desaparecen las dos alternativas de prueba a elegir que se venían ofreciendo en las ediciones anteriores, así que la única propuesta para esta convocatoria estará compuesta por un mayor número de preguntas con el fin de integrar los contenidos correspondientes a todos los bloques de cada asignatura. Los estudiantes podrán seleccionar qué preguntas responder, desechando aquellas que contengan temario no impartido este curso, permitiéndoles así poder alcanzar la máxima puntuación. Con este nuevo diseño se multiplican las posibilidades de responder correctamente.
En cuanto a la duración de los exámenes, se mantiene como en cursos anteriores: 90 minutos para cada uno de ellos, con descanso entre pruebas consecutivas de, como mínimo, 30 minutos.