Las organizaciones agrarias UPA y COAG en su lucha por acabar con la precariedad de los riegos en la provincia de Jaén, han unido sus esfuerzos para así reforzar la interlocución con la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir (CHG) y trabajar juntas con la idea de regularizar las 40.000 hectáreas de olivar que aún tienen inseguridad jurídica y poner fin a una situación que genera especulaciones, privilegios e incertidumbre. Una unión que ha quedado plasmada en la reunión mantenida en Sevilla por las Ejecutivas de ambas organizaciones agrarias, encabezadas por sus secretarios generales, Cristóbal Cano (UPA) y Juan Luis Ávila (COAG) con el comisario de Aguas, Alejandro Rodríguez y el presidente de la CHG, Joaquín Páez, quien trasladó en la cita que se otorgará prioridad a la resolución de problemas históricos del regadío en la provincia una vez que se constituya el Gobierno de la Nación.
UPA y COAG confirman la buena disposición del presidente del Organismo de Cuenca para resolver muchas de las cuestiones que llevan años atascadas, como la presa de Siles, la presa de Marmolejo (para eliminar definitivamente las inundaciones en Andújar), la balsa del Cadimo, la regularización definitiva de los riegos o el acuífero carbonatado de La Loma.
La postura de las dos organizaciones y la Confederación es acabar con la precariedad e inseguridad en los regadíos de la provincia de Jaén, eliminando definitivamente los riegos extraordinarios y de apoyo que vienen otorgándose desde el año 2010. UPA y COAG tienen muy claro que el agua es un bien público y, como tal, debe responder al interés general. Por eso, se han propuesto trabajar de forma conjunta para regularizar, junto a Confederación, esas 40.000 hectáreas.