Según afirmaba el portavoz socialista en el Ayuntamiento de Begíjar, Diego Soriano, el CEIP Ramón Mendoza de Begíjar no ha podido comenzar el curso escolar por el injustificable retraso de unas obras que tienen el centro “totalmente desmantelado, con un aspecto lamentable y con absoluta imposibilidad de impartir las clases con un mínimo de normalidad”.
“La torpeza de la Junta de Andalucía ha batido todos los récords. Han tenido casi 3 meses para ejecutar las obras y, sin embargo, han sido incapaces de llegar a tiempo al 12 de septiembre, donde el aspecto que presentaba el colegio era desolador”, relata Diego Soriano. Hay aproximadamente unos 220 alumnos y alumnas en este colegio.
El portavoz socialista explica que el colegio está repleto de escombros, basuras, techos levantados y aulas clausuradas con todo el mobiliario apilado y cubierto por plásticos. “Es una auténtica vergüenza lo que ha hecho la Junta de Andalucía. Mientras todos los niños y niñas de España han vuelto a sus centros educativos a empezar el curso, en Begíjar no sabemos todavía cuándo vamos a comenzar las clases con el mínimo de calidad y dignidad que nuestras familias y nuestros docentes se merecen”, reprocha.
Soriano señala que la situación es “dantesca”, porque el alumnado acudió ayer al colegio “por turnos de un par de horas”, y añade que “era penoso ver a los niños y niñas agolpados en colchonetas”. “Es un espectáculo tercermundista. El señor Moreno Bonilla y sus delegados de la Junta en Jaén deberían haber venido al Colegio Ramón Mendoza de Begíjar para inaugurar el curso. Todavía están a tiempo esta semana de venir a dar la cara, a pedir disculpas a familias y docentes, y a poner soluciones inmediatas encima de la mesa”, exige.
El portavoz socialista lamenta las “molestias” que la Junta les está causando a los padres en estos días, así como el “perjuicio” para el alumnado y los docentes del centro. Reprocha asimismo el “silencio vergonzoso” del Ayuntamiento de Begíjar, que “parece que todavía sigue de vacaciones”.
“La alcaldesa del PP tenía la obligación de haber controlado la evolución de las obras, de haber exigido a la Junta que cumpliera y de haber reclamado soluciones urgentes si los plazos no iban a respetarse. Pero claro, la alcaldesa prefiere no molestar a Moreno Bonilla y por tanto no va a defender a su pueblo”, critica.
Soriano advierte que éste es “el maltrato que la Junta de Andalucía ofrece a la educación pública en los pueblos del medio rural” y señala que es “la insensibilidad propia de esa derecha a la que no le importan en absoluto los niños y las familias de un pueblo como Begíjar”.