Casi un centenar de baezanos y baezanas iniciaron ayer su peregrinar hasta la aldea almonteña de manos de la Hermandad de Nuestra Señora del Rocío de Baeza. El camino de la filial baezana parte desde la localidad de Chucena, donde en la tarde de ayer, este grupo de peregrinos, encabezados por Pedro Cabrera, alcalde de Baeza e Inmaculada Muñoz-Reja, hermana mayor del Rocío local, eran recibidos por Antonio Manuel Rubio, alcalde de Chucena.

Durante esta recepción, el primer edil agradeció a Rubio López la hospitalidad que cada año muestran desde el Ayuntamiento de Chucena con todos los romeros y romeras baezanas al inicio de su camino. Durante el acto, los dos regidores, acompañados por miembros de las hermandades de Baeza y Chucena y vecinos de la localidad, plantaron un olivo como símbolo del paso de la ciudad de Baeza por este pueblo onubense. De esta manera, año tras año, los rocieros baezanos a su paso por Chucena, podrán ver cómo este olivo, que plantó su ciudad, crece en tierras romeras de Huelva, a la vez que siguen sumando caminos y creciendo como Hermandad.
