El Centro de Información Juvenil de Baeza ha diseñado una campaña digital de sensibilización educativa para todos los alumnos y alumnas que, durante el estado de alarma, han pasado de su rutina de clases presenciales en los centros educativos a la obligación de recibir clases y actividades online desde casa.
Desde tiempos inmemoriales la “chuleta” ha sido utilizada por los estudiantes en los exámenes. La mayoría de los alumnos que defienden esta fórmula ilícita para aprobar lo hacen desde el argumento de que existe un temario demasiado extenso que memorizar. Los profesores, por su parte, son conscientes de que, en cada examen, un número determinado de alumnos intentará utilizar métodos fraudulentos para demostrar que tienen unos conocimientos que en realidad no poseen. El examen se convierte así en una competición de astucia por parte del alumnado y el profesor.
Con la llegada de la tecnología, las “chuletas” han ido evolucionando. Al principio fue un proceso muy tímido, que consistía básicamente en comprarse un bolígrafo de tinta invisible al ojo humano, que solo se puede observar aplicando el halo de luz ultravioleta que incluye el propio bolígrafo, después llegaron las gafas con reflectores ocultos en las lentes y posteriormente los “pinganillos” o sistemas de transmisión remota. Determinadas tiendas especializadas lo venden, pero algunos productos resultan caros para los estudiantes. Este es el motivo por el que acuden a otros dispositivos que están más a su alcance, como las cámaras digitales de sus móviles o el bluetooth.
El estado de alarma ha fomentado la creatividad entre nuestros jóvenes sobre la “chuleta digital”. El poder jugar con los puntos muertos en la habitación con la webcam del ordenador para poder poner los apuntes, y leerlos sin que el profesor o profesora pueda verlo, aplicaciones móviles que te dan soluciones a problemas matemáticos al instante o “influencers” que dan consejos y trucos para aprobar un examen online han sido algunos de los métodos utilizados por los jóvenes en este confinamiento.
La última moda es la utilización de aplicaciones como el Whatsapp, pero también se abren con otros dispositivos móviles como es el caso de los relojes inteligentes o smartwatch o las pulseras de actividad o smartband, ya que se dispone de aplicaciones de comunicación, conectividad por Bluetooth… a través de los que se pueden recibir las respuestas del examen igualmente.
Conscientes de esta irrupción de las nuevas tecnologías como elemento de ayuda externa a la hora de realizar los exámenes son muchos los centros educativos que se han visto obligados a tomar medidas, como la instalación de detectores de telecomunicaciones o de inhibidores de frecuencias, o localizadores de bluetooth que imposibilitan el uso de teléfonos móviles.
Por todo ello, desde el Centro de Información Juvenil de Baeza, lanzan esta campaña digital para fomentar y sensibilizar al alumnado para que dejen la pillería y aprovechen la gran oportunidad de aprender y adquirir conocimientos que le servirán para el futuro ser mejores.