La Hermandad de Nuestra Señora del Rocío de Baeza ha concluido hoy una intensa y emotiva peregrinación a la aldea almonteña de El Rocío, enmarcada bajo el lema #CaminandoConEsperanzahaciaElla. Decenas de baezanos se unieron para vivir esta romería, que ha dejado momentos de profunda devoción.
Como ya hemos venido anunciando en días anteriores, la participación de la Hermandad continuaba el viernes 6 de junio con la Presentación ante la Matriz de Almonte. Este importante acto contaba con la notable presencia de autoridades como Catalina García, consejera de Medio Ambiente; Pedro Cabrera, alcalde de Baeza; Antonio Jesús Ruiz, concejal de Medio Ambiente; y Ana González, coordinadora del Instituto Andaluz de la Juventud en Jaén.
El domingo 8 de junio, día de Pentecostés, estuvo marcado por actos de profunda religiosidad. La jornada comenzaba con el rezo de la Salve y el traslado del Bendito Simpecado para la celebración de la Misa Pontifical Extraordinaria por el Jubileo 2025 que este año se ha celebrado en el Paseo de la Marisma, teniendo como fondo las marismas de Doñana. La noche estuvo dedicada a la tradición rociera con la Misa de Tamborileros, carreteros y coheteros, y el rezo del Santo Rosario de Hermandades, que se extendió hasta la madrugada.
En la madrugada del lunes 9 de junio fue el punto álgido de la romería con el esperado «salto de la reja». Pasadas las 2:42 de la madrugada, la Virgen del Rocío era alzada a hombros, iniciando su procesión por la aldea. Como novedad este año, el recorrido ha incluido la Plaza de Doñana, mejorando la fluidez del paso procesional. La Blanca Paloma visitó las 127 hermandades filiales, iniciando su recorrido poco después de cruzar el pórtico del santuario. Así mismo, la Hermandad de Baeza culminó su participación con la salida de su Bendito Simpecado para presenciar el paso de la Virgen del Rocío y el rezo de la Salve ante la imagen. Posteriormente, el Simpecado ha iniciado su camino de regreso a Baeza, donde será recibida en la Parroquia de El Salvador para el rezo de la Salve y su entronización, cerrando así un capítulo más en su devoción rociera.
