El Consejo de Gobierno ha aprobado el Plan Andaluz de Acción por el Clima (PAAC), elaborado por la Consejería de Agricultura, Ganadería, Pesca y Desarrollo Sostenible con el objetivo de fomentar iniciativas que permitan a la comunidad autónoma adaptarse y hacer frente al cambio climático y sus consecuencias sobre el territorio y la sociedad. De esta forma, Andalucía se posiciona como la primera comunidad española en aprobar una planificación acorde con la nueva Ley estatal de cambio climático.
El PAAC es la herramienta de planificación de todas las políticas de cambio climático a llevar a cabo por la Junta de Andalucía en la próxima década e incluye tres programas centrados, respectivamente, en mitigación de emisiones para la transición energética, en la adaptación al cambio climático, y, por último, en la comunicación y participación de la ciudadanía en la consecución de estos objetivos.
Con el visto bueno otorgado al plan, el Gobierno andaluz podrá desplegar un conjunto de actuaciones climáticas y movilizar los recursos económicos necesarios sin que suponga la imposición de cargas accesorias. En concreto, esta planificación comprende actuaciones a desarrollar entre 2021 y 2030 y se estima que su ejecución podría llevar aparejada una inversión de alrededor de 6.200 millones de euros que procederían tanto de diversos departamentos de la propia Administración autonómica como de la Unión Europea.
El cambio climático y sus consecuencias, especialmente el incremento de la temperatura media del planeta asociado al aumento de la concentración de los gases de efecto invernadero en la atmósfera, tienen su reflejo en el medio ambiente, en el desarrollo económico y en la sociedad a nivel mundial. Sin embargo, pese a tratarse de un problema planetario, estas circunstancias climáticas presentan también claras repercusiones a escala regional e incluso local.
Andalucía y su medio natural son especialmente sensibles a los cambios que se están produciendo y que ponen en peligro los ecosistemas y espacios naturales de mayor valor y fragilidad de su territorio. Además, el modelo económico andaluz tiene una alta dependencia de las condiciones climáticas y, en ocasiones, su población debe enfrentarse al rigor de un clima caracterizado por episodios de altas temperaturas o de escasez de recursos hídricos. Por esta razón, la lucha contra el cambio climático, la aplicación de medidas para adaptarse a sus efectos y la reducción de emisiones han sido actuaciones ineludibles para el actual Gobierno andaluz desde el inicio de la presente legislatura.
Dada la transversalidad de las causas y consecuencias del cambio climático, esta acción ha requerido de la creación de estructuras de coordinación y colaboración entre diferentes departamentos de la Junta de Andalucía que garanticen la eficiencia y eficacia en la consecución de los objetivos marcados por el Ejecutivo regional en este ámbito.
El proceso de tramitación del Plan Andaluz de Acción por el Clima ha sido el más completo y garantista posible, ya que, antes de su aprobación por decreto de Consejo de Gobierno, esta planificación ha superado los trámites de información pública y audiencia y cuenta también con el visto bueno del gabinete jurídico, del consejo consultivo y de la comisión interdepartamental de cambio climático de la Junta de Andalucía. De forma paralela a su redacción se ha llevado a cabo además una evaluación ambiental estratégica e informes de impacto en la salud y en la ordenación del territorio.
Además, la Consejería de Agricultura, Ganadería, Pesca y Desarrollo Sostenible ha contado con el asesoramiento de un grupo de expertos del Banco Europeo de Inversiones, que ha colaborado en la alineación de las medidas propuestas en Andalucía con el Green Deal y los futuros criterios de reparto de fondos europeos, así como del Instituto Andaluz de Administración Pública (IAAP) de la Junta, que ha validado la metodología en cuanto a planificación de políticas públicas.
La amplia participación en la redacción de este documento se plasma también en el papel del conjunto de la sociedad andaluza, plasmado, entre otras cuestiones, en las más de 200 aportaciones realizadas durante el proceso de información pública y las numerosas sugerencias extraídas de las consultas públicas y los talleres de participación organizados para debatir sobre el documento de diagnosis y alcance, iniciativas en las que han participado más de 100 representantes de 79 entidades. Además, la Junta ha organizado reuniones bilaterales con representantes de otras consejerías implicadas, que han aportado su visión al documento.
Desarrollo de la Ley de Cambio Climático
El Plan Andaluz de Acción por el Clima supone un importante hito en la lucha contra el cambio climático en Andalucía. Anteriormente han tenido lugar también en esta legislatura otros dos acontecimientos normativos de gran relevancia. Así, en 2020 se aprobó la creación de la Comisión Interdepartamental de Cambio Climático y en 2021 ha entrado en vigor el decreto que regula el funcionamiento del Consejo Andaluz del Clima, dos órganos colegiados adscritos a la consejería con competencias en materia de cambio climático.
La finalidad del primero es fomentar la coordinación y colaboración entre las diferentes consejerías de la Administración autonómica en relación a las políticas y actuaciones en materia de cambio climático; por su parte, el Consejo Andalucía del Clima persigue facilitar la participación de la sociedad en el diseño y seguimiento de políticas en esta materia. A través de estos avances, la Junta ha ido desarrollando en el territorio la Ley de medidas frente al cambio climático y para la transición hacia un nuevo modelo energético en Andalucía.
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El Plan Andaluz de Acción por el Clima cuenta con un exhaustivo diagnóstico, que ha servido de base para la redacción de más de 150 medidas organizadas en tres programas que se centran, respectivamente, en la adaptación al cambio climático, la mitigación de los efectos de este fenómeno y actividades de comunicación.
El principal objetivo del programa de mitigación es reducir las emisiones y, para ello, define 74 líneas estratégicas de actuación relativas a 10 áreas (energía, edificación y vivienda, transporte, movilidad, turismo, agricultura y ganadería, usos de la tierra, industria y residuos). Destaca especialmente el objetivo de reducción del 41% las emisiones que aspira a alcanzar Andalucía en 2030 a nivel general, y que supone elevar las previsiones marcadas tanto por la actual ley andaluza (18%) como por el Plan Nacional de Energía y Clima (39%).
En el caso del programa de adaptación, el PAAC recoge un diagnóstico de las principales vulnerabilidades de Andalucía respecto al cambio climático, que son la demanda y disponibilidad de agua, el incremento súbito de precipitaciones intensas y la subida del nivel del mar. En función de estos condicionantes, apunta que los sectores económicos andaluces más vulnerables a este fenómeno son la agricultura de regadío y la ganadería, el turismo, la pesca y el sector forestal, y establece 44 líneas estratégicas para las 15 áreas con mayor posibilidad de afección.
Por último, el programa de comunicación y participación persigue dar a conocer el cambio climático para que la sociedad tome conciencia del problema y las posibles formas de actuar frente a él. De esta forma, se ofrece a los ciudadanos la posibilidad de ser parte de la solución ya que, a través de la información y formación, se fomenta que los andaluces participen en la lucha contra el cambio climático en su ámbito de competencia profesional o individual. En este caso, el PAAC recoge siete líneas estratégicas para cuatro áreas concretas (comunicación y acceso a la información, sensibilización publica, educación y formación y participación pública). La puesta en marcha de estas medidas contribuirá a alcanzar 15 de los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de la Agenda 2030 de la ONU.
Con el fin de poder evaluar su efectividad, el PAAC incluye un sistema de seguimiento basado en informes anuales, revisiones que se realizan cada cuatro años y un sistema de 14 indicadores que permitirán conocer la evolución de Andalucía en distintos aspectos.