La Asociación Provincial de Regantes del Olivar (APROJAÉN), la Asociación de Regantes de Andalucía (AREDA) y Profesionales de la Agricultura y Ganadería de Jaén (PAG Jaén) han realizado hoy en Úbeda una manifestación-tractorada que ha reunido en la ciudad entorno a 1.200 tractores superando las previsiones y entorno 2.000 agricultores. El objetivo es exigir soluciones para los precios de ruina del aceite de oliva, pedir la regularización de los regadíos de la comarca de La Loma y solicitar medidas para frenar la despoblación del medio rural.
Agustín Rodríguez, vicepresidente de Aprojaén-Areda, ahondaba en los motivos de realizar esta convocatoria así como destacaba la importancia que tiene solucionar las distintas problemáticas que aborda el sector agrícola de la provincia.
Acto seguido Santiago Bañón, presidente de la asociación de Profesionales de la agricultura y ganadería de Jaén (PAG), se centraba en valorar las consecuencias para el sector si esta situación no se soluciona así como recalcaba que la ha motivado.
Una convocatoria que ha atraído a la ciudad tractores que han partirdo desde Villanueva del Arzobispo, Iznatoraf, Villacarrillo, Sabiote, Torreperogil, Begíjar, Ibros, Baeza y Rus, y que se han unido a la numerosa columna de vehículos que participa desde Úbeda, como destacaba Marcelo Morales, presidente de Areda.
Y Emilio de la Torre, presidente de la comunidad de regantes Zorreras Barranco, valoraba la actual situación del regadío en la provincia y la comarca de La Loma.
Para finalizar la Torre reclamaba una solución para regularizar los riegos extraordinarios de los pozos de La Loma.
Y mañana, las organizaciones agrarias COAG y UPA también han convocado una gran concentración en la Plaza de las Batallas de Jaén, ante la Subdelegación del Gobierno y la Delegación de la Junta de Andalucía, fundamentalmente, por la misma razón, los precios de ruina que sufre el sector productor que cada semana caen unos céntimos más. Denuncian que las administraciones no hayan hecho absolutamente nada para revertir una situación con la que el olivar tradicional, el mayoritario en la provincia de Jaén, se juega su futuro.