Uno de los investigados expedía certificados oficiales, sin haber implantado los microchips en el animal.
La Guardia Civil, concretamente el Servicio de Protección de la Naturaleza de la Comandancia de Jaén, recibió denuncia en el mes de marzo del actual, de una persona manifestado un posible maltrato animal, ya que a modo particular, ella había acogido hasta nueve ejemplares de perros en una condiciones higiénicas y de salud deplorables, procedentes de un supuesto criadero ilegal de perros.
Iniciadas investigaciones por la Guardia Civil para el esclarecimiento de los hechos denunciados, constató la existencia de un criadero de perros, procediendo a realizar inspección en las instalaciones, sitas en el Polígono Industrial, de la localidad de Lopera (Jaén), al objeto de comprobar el estado en el que se encontraban los animales ubicados en las mismas.
Durante la inspección, los componentes de la Guardia Civil, detectaron en el interior del recinto, hasta 35 perros de más de tres meses de edad, sin la correspondiente identificación (cuatro de ellos presumiblemente de raza potencialmente peligrosa), constatándose a su vez, como en gran parte de los animales correctamente identificados, concretamente en 48, tras el análisis de los pasaportes, se había realizado una pauta de vacunación incorrecta.
Continuando con las investigaciones, se comprueba que el responsable de las instalaciones, carecía de la Licencia de Actividad, al no estar en posesión del correspondiente permiso expedido por el Ayuntamiento de la citada localidad, que certificara que es una empresa apta para desempeñar una actividad para la cría y venta de animales de compañía, conforme recoge la Ley 7/1985, de 2 de abril, Reguladora de las Bases de Régimen Local. Los agentes también comprobaron que las instalaciones, carecían en el momento de la inspección, de la correspondiente autorización y registro como núcleo zoológico y del registro de entrada y salida de animales, constatándose la venta de un total de 47 canes por un importe aproximado des 50.800 euros.
Durante las investigaciones, se analizaron y estudiaron 95 pasaportes para animales de compañía, detectándose tras el cotejo con los microchips leídos, ciertas anomalías, en concreto 20 pasaportes contenían en su interior una jeringa que contenía el transpondedor, con el que supuestamente se había identificado al animal al que correspondía el pasaporte, por lo que el microchip no se había implantado en el animal, contradiciendo lo recogido en el propio pasaporte. Por lo que se procedió a investigar a los responsables de las instalaciones, como presuntos autores de un Delito de Falsedad Documental, al localizar 20 perros, supuestamente identificados de forma incorrecta mediante los pasaportes que contenían el microchip en su jeringa, lo que les permitía la sustitución de un animal por otro. Igualmente, se procedió a investigar a dos veterinarios colegiados, por un supuesto Delito de Falsedad Documental, al participar en los hechos, uno de ellos por la presunta expedición de los 20 pasaportes, cuyo microchips asociados a los mismos no habían sido implantados en el animal, el otro por consignar la vacunación antirrábica y tratamiento contra el echinococcus, sin haberlas realizado.
De las actuaciones, se instruyeron las oportunas Diligencias que fueron entregadas en el Juzgado número 1 de Andújar (Jaén).
