En este momento clave para la evolución de los precios en origen del aceite de oliva en los países productores, nuestros principales competidores comunitarios y globales como Italia, Grecia y Túnez, señalan para la próxima campaña oleícola 2018/19 importantes reducciones en sus producciones de aceite de oliva en la mayoría de los máximos productores, quizás con la excepción de España.
Y es que, según la organización agraria Asaja, cuando nos acercamos al inicio de la próxima campaña 2018/19, que comenzará el próximo 1 de octubre, cobran mayor interés las previsiones que están apareciendo en los medios, procedentes de diversas fuentes, sobre la producción de aceite de oliva en los estados productores más importantes, concentrados de forma mayoritaria en la Cuenca Mediterránea, siendo España el más importante de ellos.
Durante este mes de julio están publicándose las primeras previsiones de producción, entre ellas las de Italia, Grecia o Túnez, tres estados que en estos momentos son los principales competidores de España en los mercados internacionales.
Teniendo en cuenta las altas producciones, al menos sobre el papel, de Italia y Grecia en la actual campaña, así como la vecería propia del olivo, es de esperar que las mismas se resientan en la futura campaña. En esa línea van los primeros datos que se han conocido.
Según Asaja, Grecia espera para su país una producción de aceite en 2018/19 de una horquilla entre 230.000 y 250.000t, lo que supone una disminución de un 28-34% con relación a la actual, igualmente señalan que pueden tener problemas de calidad en algunas zonas por los ataques de mosca del olivo y la aparición de algunas enfermedades; desde Italia se señala una previsión de aceite en la próxima campaña de 190.000t, con una disminución de un 21% respecto a 2017/18, que se eleva a un 56% si se tiene en cuenta la estadística oficial de ese país para la campaña actual; Túnez tendría también un descenso importante en su producción para quedarse en unas 160.000t, muy lejos de las 280.000t que declaró en la presente campaña; en Portugal se estima una producción de 100.000t de aceite, un 26% inferior; para Marruecos se esperan 110.000t, lo que equivale a 30.000t menos; en Turquía las previsiones apuntan a descensos en la producción de un 17%; mientras para Siria se estiman unas 100.000t, equivalentes a las obtenidas en la actual campaña y muy pendientes de la evolución del estado de guerra en que vive este país desde hace ya más de un lustro. Todas estas estimaciones, para confirmarse, como es lógico dependerán todavía de muchos factores que las podrían mover en un sentido u otro.
Las estimaciones que se han conocido con origen en operadores o asociaciones italianas son menos optimistas en las cantidades de aceite que esperan en la futura campaña oleícola a nivel global. Para su propio país realizan estimaciones por debajo de las cifras consideradas por los griegos, basándose para ello en que han sufrido heladas en algunas de las principales zonas productoras de ese país como La Puglia, efecto que habrá de sumarse al avance en superficie de la Xylella fastidiosa en esa misma zona de producción italiana (la más importante en cantidad de aceite producido).
España tendrá en principio una producción de aceite de oliva superior a la de la campaña pasada, aunque en estos momentos resulta difícil cuantificar, en cualquier caso se espera sea una buena cosecha a poco que acompañen las condiciones ambientales y de solubilidad en los olivares. Esa mayor producción respecto a la actual campaña no debería suponer ningún inconveniente para una buena marcha de los mercados, pues las producciones de la mayoría del resto de países productores se van a ver afectadas negativamente con respecto a las producciones de la presente campaña.
Fuente: ASAJA Nacional