Comunicado de IU Baeza
El pasado 11 de septiembre se celebró El Renacimiento a la luz de las velas en nuestra ciudad. Desde Izquierda Unida de Baeza nos gustaría hacer algunas consideraciones después del desarrollo de la citada actividad.
Creemos que cualquier persona está a favor de que se reciban muchos visitantes y por lo tanto se fomente el consumo en nuestros bares y restaurantes. También se está a favor de que Baeza sea conocida y visitada por el mayor número posible de personas. Igualmente a que se realicen actividades en las que participen muchos vecinos y vecinas y asociaciones de diversa índole.
No obstante estamos en la obligación también de realizar varias objeciones a la forma en que se desarrolló dicho evento.
En primer lugar, creemos que la noche de las velas supone un deterioro de nuestro patrimonio en, al menos dos sentidos: suciedad de suelo y paredes debido a la cera de las velas y al recipiente de plástico que las contiene puesto que en muchas ocasiones, se vuelcan o se queman al consumirse la cera. Y además el humo de las velas produce ennegrecimiento de la piedra en varios monumentos, especialmente preocupante en edificios y espacios emblemáticos de nuestro patrimonio debido a que se colocan velas debajo de los relieves en piedra lo que provoca un deterioro de la piedra que a lo mejor se había limpiado recientemente.
En segundo lugar, la superación en mucho de la capacidad de carga de calles y edificios no solo es perjudicial para los mismos sino que también deteriora la imagen patrimonial de la ciudad. La desmesurada cantidad de personas que se concentraron en nuestro casco histórico, declarado patrimonio de la Humanidad, para ver las velas imposibilitó la existencia de las mínimas distancias de seguridad sanitaria en prácticamente todo el recorrido.
Tampoco se controló la afluencia por lo que no existió control de las distancias interpersonales. Eso provocó que muchas personas tuvieran que volverse cuando vieron las condiciones del recorrido. Los servicios de restauración y bares se vieron desbordados y no pudieron atender a todas las personas que llegaron a Baeza por lo que tampoco se aprovechó de forma óptima la actividad.
Por lo tanto, creemos que debemos reflexionar sobre el resultado de esta actividad y replantear una mejor y más ordenada organización que evite los efectos perniciosos sobre el patrimonio, la imagen y la seguridad para evitar un deterioro evidente de nuestro centro histórico y, mientras siga la pandemia, un peligro de contagio evidente.