El Auditorio de San Francisco acogió la tarde del sábado pasado el acto de concesión de la Medalla de Oro de Baeza al Colegio Filipense, con motivo del 80 aniversario de la llegada de la Congregación a la ciudad y la apertura del Centro.
Durante su intervención, Pedro Cabrera, alcalde de Baeza, manifestó que “lo que esta tarde me llena de emoción no es únicamente entregar la Medalla de Oro de la ciudad de Baeza al Colegio Filipense, es saber que este gesto trasciende el acto administrativo, ya que devolvemos, al menos en parte, todo lo que este colegio ha ofrecido durante ochenta años a la comunidad educativa de la ciudad”.
Cabrera Rentero destacó que “hay reconocimientos que se entregan por trayectoria, otros por resultados, y algunos —los más profundos— por el impacto que dejan en la vida de las personas. Hoy no premiamos solo la historia, ni siquiera la excelencia educativa. Hoy premiamos el legado duradero que ha dejado en el corazón de generaciones de baezanos y por ello también mi gratitud y respeto”.
Con la concesión de esta distinción, Baeza reconoce su trayectoria ininterrumpida en Baeza desde 1944, brindando desde entonces a las familias de esta ciudad la oportunidad de una educación académica de calidad. Igualmente se distingue su apuesta temprana por la educación superior para las niñas y jóvenes de Baeza, contribuyendo a la incorporación de mujeres tituladas al mundo laboral. Además, siempre atentas a las necesidades del entorno, las religiosas han colaborado desde los inicios hasta la actualidad, con todas las instituciones, cofradías y asociaciones baezanas que en algún momento solicitaron sus servicios o los espacios del colegio.
En definitiva, hoy la ciudad de Baeza reconoce a una de las instituciones más entrañables y queridas de los baezanos que han apreciado a lo largo de estos años su tarea educativa, transmitida con el espíritu filipense, a miles de alumnos y alumnas, por religiosas y profesorado.
