Rendir homenaje a las víctimas de accidentes tráficos, recordarlas con respeto y sobre todo reafirmar el compromiso del pueblo con la seguridad vía. Cada año, la celebración del Día Internacional de las Víctima de Accidentes de Tráfico invita a reflexionar sobre las vidas que se han perdido y a sensibilizar a la sociedad sobre la importancia de convivir con responsabilidad.
En este día tan significativo, el Ayuntamiento de Canena ha rendido homenaje y descubierto una placa que homenajea a las víctimas del pueblo.
El acto estuvo protagonizado por el alcalde y familiares de las personas víctimas de estos accidentes en el pueblo, acompañados por gran cantidad de amigos y vecinos.
«Pensamos en aquellos que ya no están entre nosotros, con sus familias, amigos y seres queridos que, aunque han pasado por un dolor inmenso, siguen luchando por mantener viva la memoria de quienes ya no pueden estar presentes. En nuestro pueblo también hemos sufrido el impacto devastador de estos accidentes. Son vidas que se han ido, pero cuyos recuerdos siguen con nosotros, marcando profundamente a nuestras familias, nuestros pueblos, nuestros corazones. Hoy, rendimos un sentido homenaje a esa vida perdida, a esas víctimas inocentes que nunca imaginaron que su vida cambiaría de forma tan repentina y cruel», señalaba el alcalde, José Carlos Serrano.
Este acto no solo es para recordar a quienes nos han dejado, argumentaba Serrano, sino también «para comprometernos a hacer todo lo posible para evitar que más vida se pierda». En nuestro poder está, añadía José Carlos Serrano, el cambiar los hábitos, mejorar la infraestructura viales, concienciar a conductores y peatones y trabajar con empeño para que, año tras año, las estadísticas disminuyan.
Por ello se ha descubierto una placa en memoria de todas las personas que han fallecido en accidentes de tráfico en Canena, como símbolo de la gratitud del municipio a estas personas, de solidaridad con sus familias y de la necesaria determinación para que su memoria impulse a todos los vecinos y vecinas a ser mejores y más responsables en sus acciones cotidianas. Y es que «cada accidente de tráfico es una tragedia personal y colectiva, y debemos aprender de ello, ser más conscientes y hacer que Canena sea un lugar más seguro para todos», demandaba el primer edil.
«La seguridad vial es responsabilidad de todos, conductores, peatones, autoridades, educadores y ciudadanos en general. Solo a través del esfuerzo conjunto podremos reducir el número de víctimas y hacer que nuestras calles sean más seguras. Al descubrir esta placa queremos transmitir que no están solos, porque cada vez que una vida se apaga en un accidente de tráfico todo nuestro pueblo siente ese dolor y cada acción que tomamos para evitar estos hechos nos comprometemos a honrar su memoria. Hoy alzamos la voz para pedir un futuro sin víctimas en nuestras carreteras, para hacer que Canena sea un lugar donde la seguridad y el respeto por la vida sean la prioridad, para que ninguna familia más tenga que vivir la tragedia de perder un ser querido por accidente de tráfico. A las familias de las víctimas le ofrecemos todo nuestro apoyo, le aseguramos que su dolor no es en vano y que su lucha tiene eco en nuestro pueblo, porque recordar a las víctimas es un acto de justicia y de cariño y de solidaridad» concluía el alcalde, que finalmente pedía que este acto fuera un símbolo del compromiso de Canena con una sociedad más segura, más humana y más responsable.
Para terminar, era Antonio, de la familia Ayurde, que sufrió la pérdida de su hijo Luis, quien descubría la placa conmemorativa que homenajea y recuerda a las víctimas de accidente de tráfico.
Y su hermana, a continuación, dedicaba las siguientes palabras a la gente de su municipio: «Hoy, día 17 de noviembre de 2024, ya hace mi pueblo este bonito homenaje en memoria a todas las víctimas de tráfico. Particularmente yo quiero hablar de mi hermano. Este día hace exactamente ocho años y siete meses que la arrebataron su vida. Mi hermano era una persona alegre al que todo el mundo conocía y queríamos por su forma de ser amable, cariñoso, el mejor amigo, hijo y hermano, lleno de ilusiones y metas y, por supuesto, con toda la vida por delante. Una vida plena que se le cortó por culpa de los excesos y por culpa de la irresponsabilidad. Hemos aprendido a vivir con su ausencia, echándolo de menos en cada momento y teniendo sus recuerdos. Nos hemos caído poco a poco y nos estamos levantando, pero siempre con su ausencia, con ese vacío que se queda en el corazón y que nadie completará. Quiero pedir respeto al volante, prudencia y precaución y, por supuesto, cero alcohol. Nunca sabemos a quiénes podemos hacerle un daño irrevocable. En nombre de mis padres y mío quiero agradecer al ayuntamiento de Canena este bonito homenaje. También agradecer a mi familia por habernos ayudado y acompañado en cada momento».