El histórico edificio de las Audiencias Civiles, en la emblemática Plaza del Pópulo baezana, reunió ayer a un grupo de amantes de la lectura que fueron partícipes de la presentación de la última novela de Luis Foronda.
Miguel Agudo, director de la Escuela de Arte Gaspar Becerra, fue el encargo de llevar a cabo esta presentación, en la que se dieron unas pinceladas de la obra y se conoció la visión más personal del autor.
«Amor, casi viento» discurre en una España que no termina de cerrar su transición y una Europa a punto de vivir las grandes transformaciones de su historia reciente. Se trata de una novela negra que se mueve entre el drama y la tragedia, pero con momentos luminosos que hablan de la verdadera belleza, de la fascinación hacia Constanza, una mujer real, y hacia la niña Inmaculada pintada por Diego Velázquez. Es una narración sobre la necesidad de crear y del placer de recrear, de la excelencia llana del artesano y la gloria vana del artista, transitada por el espléndido sentido del humor que caracteriza la obra de Luis Foronda. Amor, casi viento es, en definitiva, una declaración de amor hacia la filosofía y el arte, hacia el poder del lenguaje, con palabras que comienzan en un susurro y acaban en tempestad. Es un rendido homenaje a la creación artística, porque crear es amar el aire.