La iglesia del desaparecido convento de San Ignacio, edificio que dejó de ejercer sus funciones religiosas tras la desamortización del siglo XIX pasando a ser de propiedad municipal y que acaba de ser restaurado con erario municipal (unos 200.000€), ha sido cedida por el gobierno del PP/BM+ al obispado de Jaén. Así lo ha señalado Izquierda Unida de Baeza criticando la decisión y denunciando que «arreglamos un edificio que es de Baeza y que se ha pagado con el dinero de los baezanos y baezanas y este gobierno local se lo entrega al obispado».
Antonio Ortega ha argumentado que, de este modo, «una parte más de nuestro patrimonio se privatiza, se entrega a la Iglesia (incluso posiblemente perjudicando a la cofradía que históricamente ha residido allí), y todo, una vez que se lo hemos dejado arreglado con nuestro dinero».
En este sentido, desde IU afirma hoy que «parece que el equipo de gobierno gobierna más para el obispado que para el conjunto de Baeza».
Y es que, continuaba Ortega «ayer, miércoles, en la antigua Iglesia de San Ignacio, hubo un acto en el que se manifestó claramente cuál es la política del Partido Popular en determinados asuntos… Y el pueblo de Baeza pierde una parte de su patrimonio histórico y pierde el uso durante un tiempo, el que se estime oportuno, si no se alarga más, de ese edificio».
Desde Izquierda de Unida se preguntan si es que no había en la ciudad organizaciones de carácter religioso o social y solidario que pudieran hacer uso de esas instalaciones que son del pueblo de Baeza y que están pagadas con el dinero de todos los baezanos y de todas las baezanas.
Asegura Ortega Ruiz que hay magníficos ejemplos de cómo lo que fueron antiguas Iglesias tienen ahora un uso uso social para toda la población. Sin ir más lejos -afirma- la Iglesia de San Lorenzo en Úbeda, que es de uso público y que tiene una serie de actividades de carácter cultural absolutamente loables.
Desde Izquierda Unida, por lo tanto, «manifestamos nuestra oposición a esa cesión de uso de San Ignacio al Obispado porque consideramos que es propiedad del pueblo baezano, que se ha restaurado con el dinero de todos los baezanos y de las baezanas y que puede tener un montón de utilidades y de uso por parte de asociaciones también baezanas», sentenciaba Antonio Ortega.