Enmarcado en las actividades del programa educativo «Vivir y sentir el patrimonio» de la Junta de Andalucía, el alumnado del CEIP Antonio Machado de Baeza ha podido disfrutar en el día de hoy, de una jornada encaminada a que los más pequeños puedan conocer y valorar el rico patrimonio de la ciudad Patrimonio de la humanidad. Así, los alumnos y alumnas del ciclo superior de Educación Infantil del Instituto de Enseñanza Secundaria Santísima Trinidad han sido los encargados de dar a conocer los diferentes monumentos de la localidad.
El alumnado de tres años ha conocido la Iglesia de los Trinitarios Descalzos, el de 4 años la Fuente de la Puerta de Toledo y el alumnado de 5 años ha visitado la Fuente de los Leones. Tras la visita y realizar «fotos» del lugar, el alumnado de infantil ha visto una presentación en sus respectivas aulas para acto seguido investigar y conocer sus elementos arquitectónicos, así como más detalles de cada uno de los monumentos visitados para finalizar la actividad realizando un dibujo de cada espacio visitado.
El año pasado esta iniciativa tuvo como colofón el hermanamiento del IES Santísima Trinidad y el CEIP Antonio Machado lo que ha motivado que este curso el primer centro educativo en disfrutar de esta iniciativa sea el colegio Antonio Machado. Como novedad, el alumnado de prescolar este año ha podido conocer las fuentes de la ciudad patrimonio gracias al programa «Dibujamos y coloreamos Baeza».
Este proyecto, tal y como nos explicaba María Dolores Higueras, coordinadora del Programa «Vivir y Sentir el Patrimonio», se hará extensivo al resto de centros de educación infantil y primaria de Baeza.
Esta iniciativa surge con la finalidad de favorecer el conocimiento, la comprensión y el disfrute de los valores históricos, artísticos, etnográficos, científicos y técnicos de los bienes culturales para que el alumnado sienta suyo el Patrimonio, ofreciéndole la posibilidad de asumir que su identidad deriva de referentes patrimoniales que explican qué somos, cómo somos, porqué hemos llegado a ser así y cómo nos relacionamos con los demás. De ahí el nombre de «Vivir y Sentir el Patrimonio», ya que se considera inseparable el binomio Patrimonio, personas que lo conocen, lo viven y lo sienten como suyo.