La Consejería de Cultura y Patrimonio Histórico de la Junta de Andalucía incorpora ocho nuevos proyectos al plan de ayudas de arte sacro, lo que conlleva una inversión de 202.389,52 euros más en la provincia jiennense. El delegado territorial, Jesús Estrella, ha señalado que la ampliación de la dotación presupuestaria que aprobó el Consejo de Gobierno de Andalucía el pasado martes permitirá intervenir en obras artísticas que se encuentran en nuestra provincia, y que dos de ellas pertenecen a Baeza y Torreperogil. “Una vez más, la Consejería muestra su compromiso para recuperar y proteger nuestro patrimonio histórico y cultural. La ampliación de los fondos nos permite recuperar proyectos que en la anterior convocatoria quedaron como suplementes”, afirma Jesús Estrella Martínez.
En este sentido, la Catedral de la Natividad de Nuestra Señora de Baeza propone restaurar el retablo de la capilla de los Quesada. El proyecto de conservación redactado al efecto, por tratarse de un bien inscrito en el Catálogo General del Patrimonio Histórico Andaluz, Bien de Interés Cultural adscrito a la protección de Bien de Interés Cultural del inmueble, según decreto de 3 de junio de 1931, actualizado en la ley 16/1985 del Patrimonio Español de 1985 y en la ley 14/2007 del Patrimonio Histórico Andaluz, contempla la actuación sobre dicho retablo, barroco en yeso policromado y madera dorada de autor anónimo. El lienzo representa la caída de Jesús con la cruz a cuestas, camino del monte calvario, copia del lienzo de Rafael de Sanzio que se encuentra en el museo del Prado “El pasmo de Sicilia”. Data del S.XVIII y la técnica de ejecución es óleo sobre lienzo. La capilla de los Quesada, catalogada como Bien de Interés Cultural “BIC” con la calificación de monumento, así como los bienes muebles custodiados en su interior se ubica junto al altar mayor, en la nave del evangelio y fue fundada en 1412 por Pedro Díaz de Quesada, III Señor de Garcíez, para ser retranqueada en la ampliación del templo. En 1773 fue reformada completamente alcanzando su aspecto actual. Este retablo es un exponente claro del Barroco tardío y muestra de la evolución histórica y estética de un edificio. Artística y técnicamente, es una obra de gran calidad y por ello esta actuación tiene como objetivo el devolver a la obra la estabilidad estructural y técnica, frenando el progresivo deterioro que provocan las patologías que presenta. Las perdidas de policromía dejan muy expuesta a los agentes de deterioro la pintura circundante que tiende al levantamiento y posterior pérdida. De igual manera, el soporte de yeso que queda sin protección debido a su gran higroscopicidad, que tiende a absorber la humedad ambiental y a producir eflorescencias aumentando exponencialmente el progreso de las patologías. En cuanto al lienzo el objetivo es paliar el deterioro producido por el destensado del lienzo y el desclavado del lateral izquierdo que provocan la acumulación de polvo en los abolsados y las pérdidas de estrato pictórico.
Así mismo, la Parroquia de Santa María la Mayor de Torreperogil propone la conservación del retablo mayor de la Iglesia Parroquial de Santa María la Mayor. Dicho retablo fue diseñado en 1.555 por Julio de Aquiles y Hernán Cañamero, siendo sus entalladores Juan Pérez de Jaén y Juan de la Barba de Alcaraz, y se reformó en 1.661 por el maestro Antonio Vago permaneciendo inacabado hasta el siglo XVIII, momento en el que fue dorado por José García de Espantaleón. A pesar de sus diferentes modificaciones su concepción original es de traza renacentista, que se mantiene en su estructura. Es una obra de gran calidad y de una altura significativa. El retablo presenta múltiples alteraciones, desde estructurales hasta superficiales y de diferente procedencia tanto de incidencia humana como pueden ser el vandalismo o intervenciones con criterios desactualizados hasta problemas ambientales pasando por ataques de insectos. En sus esculturas aparecen grietas profundas, atendiendo a la ubicación y la posición de las esculturas que corre un grave riesgo de desprendimiento, así como la estructura del retablo donde se aprecian molduras y ornamentación separadas del entablamento de fondo, por lo que se considera urgente su intervención.